www.economiahoy.mx - 23 Junio
La intensa jornada del lunes, con hasta media docena de reuniones al más alto nivel, sirvió para sacar una bendición inicial, pero decisiva a la "definitiva" propuesta de reformas de Grecia. Pero el optimismo europeo que perfila un acuerdo inminente choca con el rechazo del FMI a la propuesta helena.
La Comisión Europea dejó claro el mensaje político a los mercados y a los depositantes griegos: la lista de reformas y ajustes representa un "paso adelante significativo". La propuesta requiere "más trabajo para clarificar algunos puntos", como advirtieron contrarreloj los técnicos de las instituciones comunitarias y del FMI antes del Eurogrupo del miércoles. El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, se reunirá antes con los máximos responsables de las instituciones para abordar las negociaciones con Grecia, y posteriormente se sumará al encuentro el primer ministro, Alexis Tsipras. Juncker se reunirá con los presidentes del BCE), Mario Draghi, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, así como con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), Klaus Regling. Después de que las instituciones hayan abordado el estado de las negociaciones con Grecia entre ellas, se sumará a la reunión el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Del encuentro posterior de los ministros de Finanzas del euro se espera que salga un acuerdo definitivo con Atenas, que reciba el visto bueno final durante la cumbre de líderes de la UE. Pero este optimismo con el que los europeos quieren dejar atrás cinco meses de tormentosas negociaciones puede desvanecerse debido a los numerosos obstáculos que encara el proceso y las dudas que aún despierta la propuesta de Atenas. Aunque la voluntad política al más alto nivel para salvar el acuerdo se mantiene, los vericuetos parlamentarios que debe atravesar en Grecia y Alemania promete aun serias turbulencias.
Enmienda a la totalidad del FMI
El obstáculo más serio para cerrar el rescate viene del FMI. Si el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se mostró "convencido", al cierre de la cumbre del lunes, de que habría fumata blanca a finales de esta semana, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, por el contrario, se despidió diciendo que el paquete heleno "se queda corto en todo lo que se esperaba". Casi una enmienda a la totalidad, que también trasladó a los líderes durante la reunión, según fuentes europeas.
El FMI discrepa del modelo del primer ministro heleno, Alexis Tsipras, para cumplir con los objetivos fiscales de los acreedores, basado en alzas de impuestos en lugar de en ajustes, ya que puede estrangular aún más el crecimiento y la economía griega se ha sobrecargado con impuestos en los años del rescate. El Fondo se opone a que se aumente el impuesto de sociedades del 26 al 29 por ciento (una medida con la que Atenas espera recaudar 410 millones), o a la creación de un nuevo impuesto del 12 por ciento a los beneficios empresariales por encima de los 500.000 euros, según recoge el documento de 11 hojas enviado por Tsipras, y al que tuvo acceso elEconomista.
En su lugar, el FMI quiere meter más la tijera en partidas como las pensiones, cuyo adelgazamiento ha sido una de sus obsesiones desde el principio de las negociaciones. Una de sus metas es terminar con los suplementos a los pensionistas con menores ingresos y que, por otra parte, es la línea roja de Tsipras.
La Comisión quiere más IVA
El choque del FMI y la Comisión es frontal. Con la propuesta apenas recibida, el Ejecutivo comunitario se dio por satisfecho en pensiones, apuntando al ajuste para el año que viene, ligeramente superior al objetivo de los acreedores (1.05 por ciento del PIB). Así, restó importancia a que, para este año, Grecia proponga un ajuste del 0,37 por ciento del PIB, muy por debajo de la mitad del objetivo que hubiera correspondido por haber superado el ecuador del año. En su lugar, según fuentes comunitarias, Juncker pidió a Tsipras que suba el IVA en hoteles y restaurantes del 13 al 23 por ciento, para así conseguir salvar la brecha de casi un cuarto de punto de PIB que le separa del objetivo en este apartado. Pero un alza del IVA de estas características resulta inasumible para el decisivo sector turístico griego en el arranque de la temporada veraniega.
El desencuentro con el FMI es tan evidente que Lagarde evitó comparecer el lunes junto a los europeos. Más aún, aunque la Comisión convocó ayer a los jefes de los expertos para concluir las negociaciones técnicas, y así cerrar los números antes del Eurogrupo, Lagarde no envió a Poul Thomsen, el responsable para Europa, sino a un subalterno sin mandato para negociar.
Deuda, la batalla por venir
El FMI considera que el acuerdo político que se cerró en Berlín a principios de mes, al amparo de la canciller Angela Merkel, rebaja significativamente las reformas y los objetivos fiscales del programa original griego. Atendiendo al objetivo de superávit primario de 1 por ciento del PIB para este año, un tercio de lo marcado inicialmente, y que aumentará gradualmente hasta el 3,5 por ciento en 2018, el FMI concluye que la deuda helena es insostenible. El responsable del Mecanismo de Estabilidad Europeo, Klaus Regling, discrepa al apuntar a la cancelación del pago de intereses hasta 2023, los bajos intereses y los amplios vencimientos. La Comisión presentará estos días su propio análisis de la sostenibilidad de la economía griega.
Aunque Tsipras fue parado en seco cuando sacó el tema de la renegociación de la deuda durante la cumbre, consiguió más de lo que podía esperar al arrancar el compromiso explícito de Merkel y Hollande de tratar el asunto cuando el paquete aun quema sobre la mesa. El galo dijo que el "próximo paso" será revisar las condiciones de la deuda helena, "aunque no en los próximos días. El líder maltés, Joseph Musca, fue más allá al señalar que existe "un compromiso para realizar una reestructuración de la deuda griega", ampliando el alcance de la promesa del Eurogrupo de noviembre de 2012.
Acciones prioritarias
La Comisión fijó ayer como tareas pendientes una serie de acciones prioritarias (es decir, urgentes) que se deberían tramitar inmediatamente para empezar a desembolsar los fondos. En línea con las demandas de Bruselas, Tsipras dice estar "preparado para confirmar su total apoyo a la aplicación de la lista de reformas a través de un voto en el Parlamento en cuestión de días, que incluirá la necesaria legislación en IVA y otras medidas necesarias para cumplir con los objetivos fiscales acordados". Sin embargo, las discrepancias entre los europeos y el FMI son de tal calibre que ayer algunas fuentes ponían en entredicho el éxito del Eurogrupo de hoy, al mover el foco de los detalles del desembolso a la pelea entre acreedores. Con el riesgo de un impago de casi 1.600 millones al FMI a finales de mes, Tsipras se ha movido lo justo para convencer a los líderes europeos al margen del Fondo.
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